La edad y la vida en el campo disparan los casos de cáncer de piel en Castilla y León

La comunidad encabeza el porcentaje de casos con un 43% más que la media española

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Nueve de cada diez casos de cáncer de piel podrían evitarse. Sin embargo, unos malos hábitos, o ninguno, preventivos, una población marcadamente envejecida y una vida muy rural disparan los tumores cutáneos en Castilla y León. No solo registra la región un 42% más de casos que la media española sino que un recorrido por autonomías la sitúa en cabeza y a bastante distancia, incluso, de otras comunidades como Galicia, Asturias o Castilla-La Mancha con unas formas de vida y características de población similares.

Los oncólogos, así lo recoge la Consejería de Sanidad, explican estos altos índices porque las personas mayores tienen un daño solar crónico, suman años y los efectos negativos de la exposición son por acumulación, muchos trabajaban en el campo y es habitual que aunque ya estén jubilados mantengan estos gustos por la vida al aire libre, el jardín, el huerto y el paseo diario. Todo ello combinado con el rechazo profundo, sobre todo cuando se trata de hombres, a usar cremas fotoprotectoras, un sombrero o gorra y gafas de sol. La prevención no entra en su lenguaje. Y así, las cifras constatan una mayor incidencia en ellos que en ellas. De los diagnósticos nuevos, 1.033 son varones y es el cuarto tipo de cáncer más frecuente y solo hay 555 mujeres, aunque en este caso es el tercero más habitual.

¿Qué hay que saber?
Efectos negativos de los rayos UVA
Foto envejecimiento: arrugas, manchas, engrosamiento de la piel. Cánceres de piel. Fotosensibilización: aumento del riesgo de reacción de la piel ante la radiación ultravioleta debido a la interacción de ésta con sustancias químicas como medicinas. Fotofobia. Alteraciones de la conjuntiva. Cataratas. Posible debilitación del sistema inmunitario: aumento de la susceptibilidad a infecciones.
Prevención
Fotoprotección adecuada, revisiones dermatológicas y autoexploraciones podrían prevenir casi la totalidad de los nuevos casos.

Por ello, no es de extrañar esa incidencia de 66 casos por cien mil habitantes, según datos de 2018 de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) frente a los 46 de todo el territorio nacional. El sur muestra cifras muy bajas como Andalucía (39); Melilla (23), Ceuta (26) o Canarias (35);según se avanza hacia el norte las tasas aumentan y Cantabria registra 52 casos por dicha población o 61 tanto Galicia como Asturias.

El peligro del sol en la piel

Castilla y León no solo encabeza tristemente el panorama nacional sino que va en aumento. Así, según los datos de la AECC, el año pasado la comunidad sumó 1.588 casos nuevos, 82 más que en 2010 y con un lento pero continuado incremento anual desde entonces –entre 10 y 17 más cada ejercicio–. Es un aumento que también constatan los datos de prevalencia a cinco años. Hay 9.289 personas con cáncer de piel actualmente en la comunidad y, de ellos, melanomas hay 990. La edad media de los pacientes es de 75,49 años y más baja, de 66,19, la de dicho tipo de tumor oncológico más grave, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad.

Nueve de cada diez prevenibles. y ¿cómo? Pues cuestión de hábitos y cultura que las nuevas generaciones han mejorado y que hay que potenciar sobre todo con los más pequeños.

Cómo se produce y se extiende del melanoma

Hoy, 13 de junio, se celebra el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel. Este es uno de los tipos de enfermedad oncológica más fáciles de tratar, con una tasa de curación muy alta. Sin embargo, la concienciación pública acerca de los síntomas y signos de presentación del mismo es actualmente baja. «Es necesario conocer los riesgos derivados de la exposición solar para poder modificar las conductas», destacan las autoridades sanitarias.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el incremento de la incidencia de tumores cutáneos se relaciona con la exposición a la radiación ultravioleta y el tipo de piel. La exposición solar causante del cáncer parece ser diferente para cada piel.

No todos los tumores dermatológicos son melanomas; de hecho, esta forma más grave es la menos frecuente. Bajo el término ‘cáncer de piel’, los especialistas engloban diferentes tipos de tumor, cada uno de los cuales tiene síntomas, tratamientos y gravedad diferentes. Las lesiones cancerosas suelen aparecer en las zonas que con mayor frecuencia están expuestas a los rayos (UVA y UVB) como la cara, el cuello, la espalda y las extremidades. Es más común en personas de más de 50 años, pero cualquiera puede resultar afectado.

Los niños y los adolescentes son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta. «Hay que recordar que nuestra piel tiene ‘memoria’ y almacena las sucesivas veces que la hemos sometido a un sol excesivo. Además, el 80% del daño solar se produce antes de los 18 años, por lo que la educación a estas edades es fundamental para prevenirlo y aprender a detectarlo precozmente».

El tipo de piel también es importante. Las personas de tonos claros sufren más quemaduras solares y tienen un riesgo más elevado de cáncer de piel que las que la tienen oscura que ofrece más protección. Sin embargo, a pesar de que la incidencia es menor en las personas de piel oscura, los cánceres suelen detectarse más tarde, en un estadio más peligroso. El riesgo de lesiones cutáneas, envejecimiento prematuro de la piel e inmunodepresión son independientes del tipo de piel.

Recomendaciones

Fotoprotección
La crema sirve para evitar las quemaduras. Hay que extenderla bien por todo el cuerpo cada dos horas, al salir del agua y si se suda mucho. A los niños hay que aplicarles crema con factor de protección más 50 para que no se quemen.
Vestimenta
Hay que cubrirse la cabeza. Es conveniente usar gorras o sombreros al aire libre. Las gafas previenen el daño del sol en los ojos.
Horario
Hay que evitar el sol de 12.00 a 16:00 horas.

El cáncer de piel es más frecuente en mayores de 50 años o en personas que se han expuesto al sol de forma prolongada o intensa. De ahí, que, en Castilla y León, donde ambos factores confluyen, estos procesos oncológicos se disparen.

La Organización Mundial de la Salud, y los oncólogos, recomiendan fáciles medidas para protegerse de la exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta. En primer lugar, hay que limitar el tiempo que se pasa bajo el sol y, en particular, a mediodía. Hay mucha costumbre de ir a la playa o piscina en las horas centrales del día cuando lo idóneo sería hacerlo en las primeras horas de la mañana o en las últimas con luz. Ya que estas costumbres están muy arraigadas, al menos habría que preferir la sombra, protegerse bajo sombrillas o árboles.

Los tres tipos de cáncer de piel

Melanoma

Aparece tras el cambio de forma, color y tamaño de un lunar. En ese caso, hay que consultar con un médico para lograr un diagnóstico cuanto antes.

Basocelular

Se caracteriza por la aparición de una pequeña herida en la piel, que no cicatriza. Este tipo de tumor afecta más a las personas mayores.

Espinocelular

Este modelo de carcinoma de piel suele manifestarse con una lesión llamativa y carnosa, que a veces aparece en los labios o en las orejas.

Recomendable también usar prendas protectoras, incluyendo un sombrero de ala ancha para amparar los ojos, el rostro –incluyendo las habitualmente abandonadas orejas– y el cuello. Las gafas de sol son fundamentales, de calidad con buenos cristales, y mejor cerradas a los lados para que den una protección superior al 99% contra las radiaciones ultravioleta A y B.

«Las camas de bronceado aumentan el riesgo de padecer un tumor cutáneo»

En las zonas de la piel que no estén cubiertas por la ropa, hay que darse crema con generosidad y de forma repetida y con un filtro solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) al menos de 30+. Los filtros solares no deben usarse con la idea de prolongar el tiempo que se pasa al sol y las personas que los usan para broncearse deben ser conscientes de la necesidad de limitar su exposición solar. No es lo mismo crema bronceadora que protectora. La fotoprotección debe ser alta, incluso de más 50 sobre todo al principio del verano, podrá rebajarse ligeramente conforme la piel adquiera color a lo largo del verano. En el caso de los niños debe ser alta durante toda la temporada estival y es recomendable tenerlos con camiseta hasta que entren en el agua e, incluso, para bañarse pero luego cambiarla por una seca. Además, un niño «siempre debería estar a la sombra».

Un poco, necesario

Sanidad también aconseja «evitar las camas bronceadoras: el uso de estos aparatos antes de los 35 años de edad se acompaña de un aumento del 75% del riesgo de melanoma maligno. Las camas y las lámparas bronceadoras no deberían usarse a menos que sea bajo supervisión médica». La OMS recomienda prohibir su uso en los menores de 18 años.

Prudencia y protección frente a la exposición al sol por lo tanto;pero sin olvidar que también tiene sus bondades y es necesario, imprescindible, tomarlo tanto en invierno como en verano unos diez minutos diarios y es suficiente con recibirlo en buena parte por ejemplo de los brazos. El cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse a la luz del sol y es necesaria para absorberj el calcio y juega un rol en el sistema nervioso, muscular e inmunitario.

Fototipos según el tipo de piel
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