Según los últimos datos aportados por la OMS, hasta la fecha se han confirmado 77.362 infectados y 2.168 muertes. Pero, mientras a la OMS le alienta «la continua disminución» del virus en China, mira con inquietud la crecida de diagnósticos en otros puntos del planeta: ya se han confirmado 2.074 casos en 28 países, con 23 muertes. Los focos más prepocupantes ahora son los que se encuentran en Italia, Irán y Corea del Sur. Y, pese a que la lista de naciones afectadas no para de crecer, la OMS confía en que «este virus puede ser contenido». «De hecho, hay muchos países que han conseguido exactamente eso», apostilló Tedros.
Un debate semántico
La máxima autoridad sanitaria se resiste a utilizar todavía la palabra pandemia. Reconoció su director general que el Covid-19 tiene potencial para convertirse en una, como en este siglo XXI lo fueron el SARS o la Gripe A, si bien en repetidas ocasiones durante su comparecencia lanzó mensajes de tranquilidad. Según la evaluación de este organismo, «todavía no se ha llegado a ese punto» y no es el momento de «centrarse en qué palabra usamos». Más allá de los debates semánticos, lo que hay que hacer, insistió, es «concentrarnos en la contención».
Entonces, ¿cómo se puede describir la situación actual? «Lo que vemos son epidemias en diferentes partes del mundo, que afectan a los países de varias maneras y que requieren una respuesta adaptada». En este contexto, Tedros estableció tres prioridades: la protección del personal sanitario, por ser los más expuestos a este patógeno; después a los grupos de riesgo, «en particular, los ancianos y personas con problemas de salud subyacentes»; y, en tercer lugar, ayudar a las naciones con los sistemas de salud más débiles y «hacer todo lo posible para contener las epidemias en las que tengan capacidad para hacerlo».
Desde que China reportó los primeros casos de este coronavirus a la OMS el 31 de diciembre en la ciudad de Wuhan, este organismo se ha visto obligado a ir cambiando los criterios de gravedad según pasaban los días. El 11 de enero, el gobierno de Xi Jinping certificó la primera muerte y solo dos días después se notificó que el virus ya había traspasado las fronteras del país: el 13 de enero se dio el primer caso en Tailandia, el 16 en Japón, el 17 en EE. UU., El 23 de enero, cuando los casos en China habían superado el medio millar y las muertes rondaban la veintena, la OMS decidió que el coronavirus no era un problema de salud pública internacional. Una semana después, el 31, cambió el criterio y decretó la emegencia sanitaria. Entonces los casos de coronavirus ascendían a más 9.600, con 170 muertes y más de 100 casos en 20 lugares fuera de China.
Gripe estacional
En el caso de Europa y los países del norte, los esfuerzos deben centrarse en contener la propagación masiva del virus unas semanas, cuando el pico de gripe estacional esté bajando y los hospitales más liberados para atender a los posibles pacientes de Covid-19. Pero, de momento, y como no hay certezas de las características de propagación del coronavirus, reina la incertidumbre. Al principio se pensaba que no se podía transmitir entre humanos, luego se confirmó queno era así. Ahora, es crucial saber hasta qué punto las personas asintomáticas pueden transmitir el virus. se cree que hasta un 20% lo hacen, lo que complica la prevención del Covid-19 : «No podemos saber qué va a pasar, si se va a atajar o se convertirá en una enfermedad estacional o en una pandemia global en toda regla», matizó el el director del programa de Emergencias de la OMS.
En la comparecencia casi diaria que da este organismo, se dieron a conocer también los resultados de la expedición de sus expertos enviados a Wuhan: el virus no ha mutado, el tiempo de recuperación es de dos a seis semanas y el índice de mortalidad es de entre el 2% y el 4% en Wuhan, y del 0,7% fuera.