Las camas estructurales de los dos centros hospitalarios públicos de la provincia son 38, ampliadas en el pico de la pandemia hasta las 77. La tasa necesaria para iniciar la desescalada es del 1,5% mínima, lo que supone poder montar en un máximo de 5 días prácticamente el mismo número del pico de la pandemia.
Los hospitales de León tendrán que mantener el refuerzo de camas UCI que alcanzaron durante el pico de la pandemia para poder avanzar en la desescalada. Este domingo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció los criterios cuantitativos que deberán cumplir las provincias para cambiar de fase. Uno de ellos es que las Comunidades deben “tener la capacidad” de poner en marcha “en el plazo máximo de cinco días” entre 1,5 y 2 camas de Unidades de Cuidados Intensivos.
En los hospitales de León y El Bierzo el número de camas UCIs estructurales es de 37, 28 en el de la ciudad y 9 en el del Ponferrada. Aunque en el de León la Junta incluye además de las UCIs habituales (18), camaras de rehabilitación REAs y URPAs, no estrictamente UCIs.
Pero teniendo en cuenta este dato la tasa de UCIs en León por cada 10.000 habitantes es de 0,8, prácticamente la mitad de las necesarias para iniciar la desescalada (69 para 1,5 camas por diez mil habitantes). Por lo que los hospitales de la provincia deberán tener capacidad para duplicar sus UCIs en 5 días. El número máximo de camas de UCI ampliadas durante la pandemia en los hospitales de León y de Ponferrada fue de 77, una cifra que sí supera por poco el ratio mínimo
Castilla y León
Para cumplir con esta ratio, la Consejería de Sanidad de Castilla y León va a tener que duplicar -e incluso triplicar en algunas provincias- el número de camas UCI respecto a las estructurales. Los hospitales de Castilla y León cuentan habitualmente con 206 camas UCI, pero son necesarias 157 más en la Comunidad para llegar al 1,5 por cada 10.000 habitantes que ha establecido el Ministerio.
Por provincias, el esfuerzo será mayor en Ávila, donde se tendrá que triplicar el número de camas habituales, de 8 a 24, es decir un 200% más. En las provincias de Zamora, Segovia y Burgos, ni si quiera duplicando el número de camas originarias se podrá cumplir con los criterios del Ministerio de Sanidad, y en las tres sería necesario aumentar el número de camas por encima del 100%.
Las provincias donde se requerirá un esfuerzo algo menor serán Valladolid, que precisa un 23% más de camas UCI con respecto a las habituales; y Soria, un 40% más. Estas dos provincias son las que habitualmente se sitúan más cerca de la ratio de 1,5 camas por cada 10.000 habitantes: 1,21 camas en el caso de Valladolid y 1,13 en el de Soria.
Durante la pandemia, la Junta de Castilla y León ya ha redoblado su esfuerzo para aumentar el número de plazas de UCI disponibles. Un esfuerzo que ahora deberá mantener en todas las provincias para avanzar en la desescalada. En los últimos dos meses, la Consejería de Sanidad ha instalado 335 camas de UCI temporales (REAs, URPAs) frente a las 206 habituales. Los máximos concretamente se alcanzaron a principios de abril cuando llegó a haber 541 camas de UCI en Castilla y León.
Si la Junta replica el esfuerzo máximo llevado durante los peores días de la epidemia, todas las provincias salvo Ávila superarán el mínimo de 1,5 camas por 10.000 habitantes que ha establecido el Ministerio de Sanidad. El aumento de camas de UCI máximo que se ha alcanzado en Ávila, donde se pasó de 8 camas estructurales a 22, sería insuficiente, y se necesitaría al menos dos camas más para cumplir con la ratio de 1,5.