Las quirúrgicas y las FPP2 sin válvula son los tipos más recomendados por los farmacéuticos. Su precio oscila entre 0,96 y 5 euros
El uso de la mascarilla es obligatorio en Asturias. Pero ¿qué tipos hay y cuál es el más adecuado en cada caso? La principal diferencia está entre las consideras EPI, es decir, equipamiento de protección individual, y las que no lo son. En esta última categoría se encuentran «las higiénicas, las quirúrgicas, las de tela y las de colores que se venden en muchos supermercados», enumera Jaime Ortega-Meder, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Asturias.
Las higiénicas y quirúrgicas «protegerían de contagiar, no de ser contagiado», advierte Ortega-Meder. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad, las higiénicas serían las más recomendables para el uso de personas «sanas». El inconveniente en este tipo de material es que «tienen protección frente a agentes bacterianos, pero no ante las partículas víricas, que son mucho más pequeñas», explica el experto.
Con todo, la más recomendada es la quirúrgica. «No protege del contagio a quien la lleva, pero sí protege a los demás», señala. Esta mascarilla fina lleva un mecanismo que permite ceñirla a la nariz y rostro. Puede ser utilizada por personas que estén enfermas par evitar transmitir el virus. También es útil entre quienes se consideran sanos o asintomáticos, sobre todo «cuando estamos constatando que muchos afectados no presentan síntomas», agrega. Su precio está regulado y no puede superar los 0,96 euros. En ocasiones se encuentran a 50 ó 60 céntimos. Su gran inconveniente es «su duración, de tan solo cuatro horas», advierte el farmacéutico. Por tanto, es crucial respetar las indicaciones de uso porque «si no la tiramos pasado ese tiempo pondremos en riesgo a los demás porque no nos será útil».
Dado que se observa con demasiada frecuencia un uso inadecuado de las mascarillas, los farmacéuticos asturianos recomiendan usar la FPP2 sin válvula. «Se trata de una mascarilla de tipo EPI que protege tanto al que la lleva como a su entorno», explica. Su precio oscila entre los 2 y los 5 euros y la duración mínima es de 12 horas, pero puede ser mucho mayor según el fabricante. Esto último es algo «muy importante, porque no se pueden usar más del tiempo indicado. Después no filtran igual y dejan de ser seguras», insiste el experto.
Lo que sí se puede hacer es usarlas durante varios días. Es decir, «si hoy la pusimos cuatro horas, restamos ese tiempo y sabremos cuánto más la podremos llevar». También es muy fundamental guardarla de forma adecuada: «lavar las manos antes de quitarla, cogerla con cuidado por las tiras y meterla en una bolsa de plástico limpia que se pueda cerrar. Después, lavarnos otra vez», detalla. Imprescindible, sea cual sea la mascarilla, «debe ir siempre bien ajustada al rostro», apostilla.