Se trata del fármaco ramucirumab, capaz de aumentar de cinco a trece meses la esperanza de supervivencia
Está dirigido al carcinoma hepatocelular, que representa el 90% de los tumores primarios de hígado
Una investigación internacional hecha con 292 pacientes de 92 hospitales en 20 países diferentes ha demostrado la eficacia de un nuevo tratamiento contra el cáncer de hígado en estado avanzado.
La investigación, que publica la revista The Lancet Oncology y en la que ha participado el Idibaps-Hospital Clínic, ha demostrado la eficacia del ramucirumab, un tipo de terapia antiangiogénica específica, en el tratamiento de segunda línea del carcinoma hepatocelular, el tipo más frecuente de cáncer de hígado.
En el estudio, que demuestra que hay una mejora en la supervivencia de los pacientes, ha participado el doctor Josep M. Llovet, profesor del Idibaps, donde dirige el grupo de Investigación traslacional en oncología hepática, y que también es director del Liver Cancer Program en la Icahn School of Medicine at Mount Sinai de Nueva York.
Carcinoma hepatocelular
El carcinoma hepatocelular (HCC) representa el 90% de los tumores primarios de hígado, es la tercera causa de muerte por cáncer en el mundo y tiene una incidencia de 800.000 nuevos casos al año.
El fármaco ramucirumab es un anticuerpo monoclonal que inhibe el receptor VEGFR2, implicado en el proceso de angiogénesis -creación de nuevos vasos sanguíneos- del tumor, lo que promueve su crecimiento.
El objetivo del estudio era el de demostrar la eficacia y la seguridad del tratamiento con ramucirumab en pacientes en los que habían fallado otros tratamientos.
Aumento de la supervivencia
Según ha informado el Idibaps, es el primer estudio que selecciona pacientes con tumores avanzados muy agresivos, en los que la historia natural es de 5 meses y se consigue un aumento de supervivencia de hasta 8 meses.
“Este es el quinto fármaco efectivo en el tratamiento del carcinoma hepatocelular, el tercero en segunda línea y el primero que se administra en base a la presencia de un biomarcador concreto”, ha especificado Llovet.