Signos, que están muchos años antes de que aparezcan los síntomas, y que podrían identificar a las personas con mayor riesgo de sufrir la enfermedad
Investigadores del King’s College de Londres han detectado los primeros signos de la enfermedad de Parkinson en el cerebro, muchos años antes de que los pacientes presenten algún síntoma. Los resultados, publicados en ‘The Lancet Neurology’, cuestionan la visión tradicional de la enfermedad y podrían conducir a herramientas de detección para identificar a las personas con mayor riesgo.
El Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más común, después de la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad se caracteriza por movimientos y problemas cognitivos, pero se sabe que se establece en el cerebro mucho tiempo antes de que se diagnostique a los pacientes. Estudiar las etapas iniciales cruciales de la enfermedad, cuando el tratamiento podría ralentizar su progreso, es un gran desafío.
El investigador jefe, Marios Politis, profesor Lily Safra de Neurología y Neuroimágenes en el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN), explica que “se ha pensado tradicionalmente que el Parkinson se debe a un daño en el sistema de dopamina, pero demostramos que los cambios en el sistema de serotonina son anteriores, y ocurren muchos años antes de que los pacientes comiencen a mostrar síntomas. Nuestros resultados –añade– sugieren que la detección temprana de cambio en el sistema de serotonina podría abrir las puertas al desarrollo de nuevas terapias para frenar y, en última instancia, prevenir la progresión de la enfermedad de Parkinson”.
Las personas con enfermedad de Parkinson tienen una acumulación de la proteína alfa-sinucleína (SNCA) en el cerebro. Si bien no hay una causa clara para la mayoría de las personas, una minoría de los casos son causados por mutaciones genéticas. Las personas con mutaciones en el gen de la alfa-sinucleína son extremadamente raras, pero es casi seguro que desarrollen la enfermedad de Parkinson durante su vida, lo que las hace ideales para estudiar la serie de eventos biológicos que conducen a la enfermedad.
La mutación genética SNCA se origina en aldeas del norte del Peloponeso en Grecia y también se puede encontrar en personas que emigraron a regiones cercanas en Italia. Durante dos años, los investigadores identificaron a 14 personas con la mutación del gen SNCA de Grecia e Italia y las trasladaron a Londres para realizar imágenes clínicas y evaluaciones clínicas. La mitad de los participantes no habían comenzado a mostrar ningún síntoma de Parkinson.
Los datos de las 14 personas con mutaciones en el gen SNCA se compararon con 65 pacientes con enfermedad de Parkinson no genética y 25 voluntarios sanos. Los investigadores encontraron que el sistema de serotonina comienza a funcionar mal en las personas con Parkinson antes de que se presenten los síntomas que afectan el movimiento y antes de los primeros cambios en el sistema de dopamina.
La primera autora, Heather Wilson, de la IoPPN, explica: “Encontramos que la función de la serotonina era un marcador excelente de lo avanzada que se ha vuelto la enfermedad de Parkinson. Fundamentalmente, encontramos cambios detectables en el sistema de serotonina entre los pacientes que aún no se habían diagnosticado. Por lo tanto –añade–, las imágenes cerebrales del sistema de serotonina podrían convertirse en una herramienta valiosa para detectar personas con riesgo de contraer la enfermedad de Parkinson, controlar su progresión y ayudar con el desarrollo de nuevos tratamientos”.