Científicos del CIBER-BBN en el Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau (IIB Sant Pau) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han desarrollado un nuevo fármaco de administración subcutánea y liberación sostenida de nanopartículas dirigidas que elimina selectivamente las células madre metastáticas, induciendo un potente efecto de prevención de la metástasis.
El equipo de investigadores, formado por el grupo de Antonio Villaverde y Esther Vázquez, del Instituto de Biotecnológia y Biomedicina de la UAB (IBB) y liderado por Ramón Mangues, del Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau (IIB Sant Pau), ha creado cuerpos de inclusión de fibras amiloides y nanoestructuradas que, cuando se administran por vía subcutánea en ratones, liberan nanopartículas citotóxicas solubles de manera continuada. Estas nanopartículas son portadoras de la exotoxina de Pseudomonas aeruginosa, que consigue mantener una concentración estable de esta nanomedicina en la sangre y en los tejidos.
Los resultados se han publicado en «Advanced Materials», una de las revistas científicas internacionales más prestigiosas en Nanomedicina y Ciencia de los Materiales.
Altas dosis sin toxicidad
«Esta nueva forma farmacéutica de administración subcutánea para liberación sostenida permite administrar altas dosis de este nanofármaco en intervalos prolongados (semanas en ratones y probablemente meses en humanos) sin toxicidad en el punto de inyección o en los tejidos normales, mientras genera un potente efecto antimetastático», explica el doctor Mangues. «El desarrollo del fármaco para su administración en humanos reduciría la necesidad de inyectar dosis frecuentes, por vía intravenosa, de los fármacos antitumorales citotóxicos actuales, lo que requiere hospitalización», añade el investigador del IIB Sant Pau.
«Este efecto consigue una reducción notable del tamaño del tumor en el colon a la vez que bloquea el desarrollo de metástasis en los ganglios linfáticos, el pulmón, el hígado y el peritoneo, sin captación ni toxicidad apreciable en tejidos no tumorales», explican los investigadores, que colaboran estrechamente desde hace más de una década.
Los autores del trabajo estiman que esta nueva estrategia terapéutica tendrá un elevado impacto clínico al reducir el requerimiento de su administración hospitalaria, que tienen la mayoría de los fármacos antitumorales, y bloquear la diseminación metastática, lo que da respuesta a una necesidad clínica no cubierta. Por otra parte, esta nueva forma farmacéutica, que combina la liberación sostenida con el direccionamiento al receptor CXCR4, podría ser utilizada en el tratamiento de, como mínimo, 23 tipos de cáncer que también expresan altos niveles de este receptor en las células tumorales.