La declaración del nuevo estado de alarma y los límites a la movilidad que están implantando las comunidades autónomas con el fin de reducir la propagación del coronavirus, urgen a recuperar las medidas que se implantaron en el primer estado de alarma para garantizar el acceso a los medicamentos. El objetivo, en el escenario actual de la pandemia, es volver a instaurar las medidas adoptadas en marzo que contribuyeron a proteger a los colectivos más vulnerables evitando desplazamientos y posibles contagios. Así, la Atención Farmacéutica Domiciliaria, la coordinación de la Farmacia Comunitaria y Hospitalaria para la dispensación de medicamentos de hospital o la renovación de los tratamientos en la receta electrónica son procesos de los que se han beneficiado miles de pacientes.
Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, recuerda como estas iniciativas durante los meses más duros del confinamiento “permitieron garantizar el acceso a los medicamentos y, en consecuencia, la continuidad de los tratamientos, evitando además, desplazamientos innecesarios y reduciendo así el número de contagios”. Así, según los datos del estudio realizado por la consultora GAD3, solo en el primer mes de confinamiento 850.000 ciudadanos recibieron atención farmacéutica en su domicilio, especialmente mayores de 65 años. En el caso de la dispensación de medicamentos de diagnóstico hospitalario, Aguilar recuerda “ejemplos como Cataluña, Andalucía o Cantabria, que han permitido acercar los tratamientos a pacientes vulnerables gracias a la colaboración de farmacéuticos comunitarios y hospitalarios”.
Muchas de las medidas que los farmacéuticos reclaman que sean recuperadas, fueron propuestas por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos el 13 de marzo, como también fue la renovación de las prescripciones en pacientes crónicos gracias a la receta electrónica, para su dispensación en farmacias o la monitorización de la disponibilidad de medicamentos. En este caso el seguimiento que se está haciendo a través del Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED), cuya información ha permitido adelantarse a los problemas y garantizar la disponibilidad de medicamentos, en especial los relacionados con la Covid-19.
Tests y vacunas
Pero además, Jesús Aguilar, insiste en el ofrecimiento de colaboración que viene haciendo la profesión farmacéutica en esta segunda ola, que ya están afectando seriamente al funcionamiento de los servicios de salud. “La farmacia española tiene una red capilar de 22.000 establecimientos sanitarios con 54.000 farmacéuticos que pueden sumar su capacidad para dar más alcance a la consecución de los objetivos en la lucha frente a la COVID-19”. En este sentido, el Consejo General pide la extensión de la realización de test rápidos para los ciudadanos en las farmacias como ya se están haciendo en Ourense, conforme a procedimientos enmarcados en protocolos definidos por las autoridades sanitarias; iniciativa en estudio en otras comunidades autónomas.
Por último, el presidente del Consejo General, ha lamentado la escasa disponibilidad de vacunas de la gripe en farmacias, precisamente este año “que es fundamental que todas las personas de riesgo y sus cuidadores se vacunen para evitar complicaciones derivadas de la coincidencia de ambas patologías y, en consecuencia, una sobrecarga en el Sistema, derivada de dicha coexistencia”. Por este motivo, la Organización Colegial viene reclamando garantía de existencias suficientes de vacunas en farmacias, así como la necesidad de contar con estos establecimientos sanitarios como importante recurso sanitario para la aplicación de la vacunación, con la adecuada formación y con los correspondientes protocolos definidos por las autoridades sanitarias, en línea con lo que se viene realizando en otros países de nuestro entorno.
Por último, el Consejo General ha reiterado su petición de reducir el IVA actual de las mascarillas, en línea con otros países de nuestro entorno, o incluso su exención.