Mediante estudios en humanos y modelos de ratón, un grupo de investigadores españoles ha logrado demostrar que la proteína SFRP1 juega un papel crucial y hasta ahora desconocido en la patogénesis de esta patología
Toda la información que pueda ayudar para prevenir o tratar el alzhéimer, la epidemia del siglo XXI, es recibida con esperanza, y también con cautela, por la comunidad científica y por la sociedad. Hallar nuevas dianas, posibles y futuras, como la que han encontrado un equipo de investigadores españoles del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa CSIC-UAM (CBMSO), liderados por las doctoras Paola Bovolenta y Pilar Esteve, genera un renovado optimismo en que, algún día, algunas de ellas sirva para controlar esta patología que solo en España podría afectar y a más de 1 millón de personas y que en muchos casos no está diagnósticada.
La nueva diana, tal y como explican en un artículo que se publica en la revista « Nature Neuroscience», es la proteína SFRP1, que desempeña un papel fundamental en la cascada tóxica que da lugar a la acumulación de péptidos amiloides en el cerebro de las personas con enfermedad de Alzheimer y al desarrollo de otras marcas características de esta patología.
Este estudio demuestra que el nivel de SFRP1 está alterado en pacientes con enfermedad de Alzheimer y aumenta significativamente en el cerebro y en el líquido cefalorraquídeo. El exceso de SFRP1 se acumula en las placas amiloides, donde se une a los péptidos beta-amiloides. Además, esta investigación ha demostrado que los niveles de SFRP1 se correlacionan positivamente con los niveles de péptido beta-amiloide soluble.
Para llegar a esta conclusión, las investigadoras han utilizado muestras de líquido cefalorráquideo de pacientes con enfermedad de Alzheimer desde estadíos tempranos hasta avanzados, así como análisis en muestras postmortem de tejido cerebral. Además, han empleado modelos de ratón para la enfermedad de Alzheimer para probar sus hipótesis de trabajo y han comprobado en roedores que la sobreexpresión de SFRP1 en el cerebro acelera la aparición de placas amiloides, marcas de inflamación y alteraciones en las neuronas.
Por el contrario, su inactivación, genética o con anticuerpos que neutralizan SFRP1, explica a ABC Salud Bovolenta, «disminuye varios aspectos patológicos de la enfermedad: deposición de placa amiloideas, neuroinflamación y pérdida de memoria».
Aunque «no conocemos ningún fármaco que tenga como diana SFRP1 –reconoce la investigadora-, nosotros hemos desarrollado un anticuerpo monoclonal que neutraliza la función de la proteína en ratones. Y esto significa que hay un compuesto que podría ser adaptado para su uso en humano, mediante humanización», apunta este experta.
No obstante, reconoce que momento no ha disponibles estudios longitudinales que nos permitan determinar el valor predictivo de SFRP1 en la enfermedad. «Es el siguiente paso», avanza.
Las expertas subrayan que los resultados proporcionan una «prueba de concepto» de que la reducción de los niveles de SFRP1 tiene un efecto positivo, al menos cuando se aplica en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer en modelo de ratón.
El siguiente paso será llevar a cabo un estudio longitudinal para analizar si los niveles de la proteína SFRP1 en sangre pueden predecir la enfermedad de Alzheimer antes de que se manifiesten los síntomas, lo que permitiría obtener un marcador para el diagnóstico temprano de la enfermedad. «Sabemos que SFRP1 está presente en sangre y que sus niveles aumentan con el envejecimiento en individuos cognitivamente normales. Ahora tenemos que estudiar si, en pacientes con Alzheimer, el aumento ocurre de forma precoz, lo que podría representar un marcador diagnostico», destaca la doctora Bovolenta.
Los resultados obtenidos en este trabajo, que cuenta con financiación de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, convierten a la proteína SFRP1, sola o en combinación con otras estrategias, en una diana terapéutica esperanzadora para tratar de frenar el curso de la enfermedad de Alzheimer en etapas tempranas.