El médico especialista en Geriatría trabaja en Córdoba en la investigación de nuevos tratamientos
El alzheimer es la demencia más común, pero sigue siendo una enfermedad poco conocida. Para alertar sobre la importancia de un diagnóstico temprano, la asociación Alzheimer Córdoba organiza cada año unas jornadas en torno día mundial de la enfermedad, que se celebra este año el 21 de septiembre. Ayer participó en el encuentro el doctor José María Jiménez, médico especialista en Geriatría.
-¿Cómo es la enfermedad?
-El alzheimer es uno de los diferentes tipos de demencia, que tiene nombres y apellidos como los tumores. La de tipo alzheimer es degenerativa primaria, una degeneración neuronal progresiva. Es la más frecuente de la actualidad, supone el 50 ó 60 por ciento de todas las demencias. Afecta a nivel cognitivo, del pensamiento, orientación… y con el tiempo provoca afectación funcional y clínica. Esta es una definición al uso. La demencia senil, un término que debemos desterrar ya, es la demencia tipo alzheimer.
-Al tratarse de una enfermedad degenerativa, ¿es más difícil un diagnóstico precoz?
-Uno de los problemas con que nos encontramos es incidir en el diagnóstico temprano. Cuando nos viene un paciente generalmente ya han pasado varios años. Cuando comienzan esos despistes, olvidos, desorientación, fallos al cocinar o en las tareas cotidianas… se dice que es típico de la edad. Si cuando aparecen esos síntomas no se hace una valoración, ya vamos tarde. El retraso en el diagnóstico actualmente está en los 2,7 años.
-¿Cuántos pacientes hay actualmente en Córdoba?
-Calculamos entre 10.000 y 15.000 en toda la provincia. En Andalucía, la estimación es de 112.000, y en España 1,3 ó 1,4 millones en toda España. Hay que tener en cuenta que muchas personas solo tienen el diagnóstico al pasar a un estadio moderado.
-¿Existe tratamiento?
-No hay tratamiento curativo, pero sí sintomático. Por eso siempre hacemos hincapié en tratarlo cuanto antes. Los fármacos hacen más lenta la evolución y nos ayudan a detener el deterioro funcional y la aparición de lo que más desestructura, los síntomas conductuales y psicológicos como alucinaciones o delirios y toda la trama de patologías psicológicas, que son el drama real.
-¿Y el tratamiento no farmacológico?
-Abarca la fisioterapia, para la recuperación funcional; la terapia ocupacional; la psicología o neuropsicología; y el logopeda, que es importante cuando hay problemas de deglución. Y por supuesto la enfermería y los auxiliares de clínica.
-¿Hace falta más ayuda a domicilio?
-Es una pieza clave, pero deberíamos echar más carne en el asador. Una persona así necesita cuidados las 24 horas los 365 días al año. La ayuda que hay ahora para estos pacientes es escasa y resulta fundamental.
-¿Con qué recursos cuenta la sanidad pública?
-En el Castilla del Pino hay una unidad de demencias e investigación conductual. Es uno de los centros que tienen más ensayos clínicos de España, hasta ocho o diez a la vez. Ahí captamos a pacientes en fases iniciales.